Con estas u otras palabras se ha recordado aquí que todos los días pasados fueron vísperas y todos los días futuros lo han de ser. Volver a ser víspera, al menos por una hora, es el deseo imposible de cada ayer pasado y de cada hoy que está pasando. Ningún día consigue ser víspera durante todo el tiempo que soñaba.
José Saramago, La Caverna.
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